- Los muñecos Wallace y Gromit vuelven por Navidad para plantar cara a la IA
- Mozambique contiene la respiración antes de decisión sobre polémicas elecciones
- Sólo 12 camiones entregaron alimentos y agua en el norte de Gaza desde octubre, alerta Oxfam
- Chef marfileña genera entusiasmo nacional en busca de un récord mundial
- Trump promete "poner fin a la locura transgénero" a partir del primer día de gobierno
- Visita sorpresa del primer ministro de Eslovaquia a Putin
- El gobierno alemán promete explicaciones tras el atropello mortal en el mercado navideño de Magdeburgo
- China denuncia "firmemente" la nueva ayuda militar de EEUU a Taiwán
- Mujeres recolectoras de plantas aromáticas lidian con la sequía en Túnez
- El líder de Siria promete que su país dejará de ejercer una "injerencia negativa" en Líbano
- En Canadá, misterioso desarrollador de videojuegos codifica el éxito "Balatro"
- El papa condena de nuevo "la crueldad" de los bombardeos israelíes en Gaza
- Putin promete más "destrucción" en Ucrania tras un ataque en Rusia el sábado
- El gobierno alemán bajo presión tras el atropello del mercado de Navidad
- La Defensa Civil de Gaza reporta 28 muertos en varios bombardeos israelíes
- Cada vez más "mulas" en el principal aeropuerto de París
- El primer ministro francés inicia su mandato con una impopularidad récord, según sondeo
- Trump amenaza con retomar control del canal de Panamá
- Albania cerrará el acceso a TikTok durante al menos un año
- El desamparo de los sirios en aldeas ocupadas por Israel
- El sospechoso del mortal atropello navideño criticaba al islam y a Alemania
- Biden firma ley de financiamiento que evita "shutdown" del gobierno de EEUU
- El presunto autor de mortal atropello en Alemania, un médico saudita "ateo"
- Sospechoso de atropello mortal en Alemania estaba "descontento" por trato a solicitantes de asilo sauditas
- Científicos constatan "tiempo negativo" en experimentos cuánticos
- El papa celebrará el Ángelus en línea y no desde la ventana del palacio apostólico por un resfriado
- Hamás y otros dos grupos palestinos ven una tregua en Gaza "más cerca que nunca"
- Albania cerrará TikTok durante al menos un año
- Paul Watson promete nueva campaña para acabar con la caza de ballenas
- "Volvemos a nacer": miles celebran el solsticio de invierno en Stonehenge
- El atropello de Magdeburgo causa 5 muertos y Scholz promete actuar contra quienes siembran "odio" en Alemania
- Catar reabre su embajada en Damasco
- Cinco muertos en ataque en mercado de Navidad en Alemania, según nuevo balance oficial
- Los tesoros expoliados por los Países Bajos retornan a su tierra natal en Indonesia
- El acusado de violar y asesinar a una doctora en India se declara no culpable
- El papa condena la "crueldad" del ataque israelí que mató a varios niños en Gaza
- Francia, 2024: Un "annus horribilis" para Macron con una "sensación" de fin de mandato
- Más mujeres, más diversidad y más rentabilidad en las grandes empresas en Francia
- EEUU evita por poco una parálisis del gobierno justo antes de Navidad
- Proyectil lanzado desde Yemen causa 16 heridos en Tel Aviv
- EEUU a horas de una parálisis presupuestaria antes de Navidad
- EEUU retira oferta de recompensa por arresto de nuevo dirigente de Siria
- Daddy Yankee y su esposa llegan a un acuerdo sobre control de sus empresas
- Daddy Yankee enfrenta a su esposa en tribunales por supuesto desfalco millonario
- Colombia violó derechos de pueblo indígena con proyectos extractivos, concluye Corte IDH
- Trudeau cambia gabinete de Canadá en medio de amenazas de aranceles de Trump
- Poco a poco, la Fed se prepara para el impacto de la política económica de Trump
- Trump amenaza con aranceles si la UE no compra más gas y petróleo a EEUU
- El nuevo líder de Siria se reúne con una delegación de EEUU
- "Sigo vivo", bromea el rey Carlos III, que está en tratamiento contra el cáncer
La guerra, último trauma de un Líbano martirizado
"¿Cómo está usted?" En el Beirut de hoy, esta pregunta tan banal se responde con un silencio, una sonrisa cansada, a veces con lágrimas. Agotados por años de crisis, aturdidos por la guerra, los libaneses "ya no pueden más", comentan preocupados expertos en salud mental.
A muchos les marcó un dibujo del ilustrador libanés Bernard Hage: titulado "torta libanesa", representa una tarta de boda con varias capas: "hundimiento financiero, pandemia, explosión en el puerto, estancamiento político, depresión colectiva"... Y la guinda del pastel: la "guerra".
Es el resumen perfecto de lo que atraviesan los casi seis millones de libaneses desde la crisis económica de 2019, "un trauma continuo que nunca se detiene", explica la psicóloga Carine Nakhle, una responsable de la oenegé libanesa Embrace, que desde 2017 trabaja para luchar contra el suicidio.
Sus cerca de 120 operadores reciben llamadas de gente en apuros las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Desde el 23 de septiembre, cuando el enfrentamiento entre Hezbolá e Israel se convirtió en una guerra abierta, las llamadas han aumentado, hasta alcanzar unas 50 al día de media.
"Gente conmocionada, en pánico, muchos de ellos llaman desde zonas bombardeadas, a veces simplemente para preguntar qué hacer", cuenta Nakhle.
Los bombardeos israelíes en el sur y el este de Líbano y en la periferia sur de Beirut, bastiones del movimiento Hezbolá, han dejado más de 1.100 muertos en los últimos quince días y obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares, según las autoridades.
Beirut, donde se refugiaron decenas de miles de desplazados, cambió de fisionomía en solo unos días, con familias durmiendo en la calle, campamentos precarios y un tráfico aún mayor al habitual.
Cada noche, los incesantes bombardeos de Israel en el suburbio del sur de la capital provocan enormes explosiones, hacen temblar los cristales y dejan el aire impregnado de un horroroso olor a plástico quemado.
Y también despiertan traumas, viejos y no tan viejos: la espantosa explosión del puerto en 2020, la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá y la interminable guerra civil, que se alargó de 1975 a 1990.
- "¿Golpe de gracia?" -
La angustia se extiende más allá de las zonas de guerra, donde los civiles, aterrorizados, lo están pagando caro.
Rita Barotta, una profesora de Comunicación de 45 años, vive cerca de Jounieh, una ciudad cristiana "tranquila" al norte de Beirut. Allí no se siente la guerra pero, aún así, asegura que no tiene "palabras para definir lo que está pasando".
"Ya no sé ni cómo era el 'yo' que existía hace 15 días. Comer, dormir, cuidar de mis plantas, eso ya no existe", explica la mujer, que se ha volcado en la ayuda a los desplazados. "Es otro yo el que funciona. Lo único que existe ahora es cómo puedo ayudar".
Por teléfono, día y noche, encuentra alojamiento para personas que están en la calle, les indica en qué escuelas se pueden refugiar, busca medicinas...
"Si paro cinco minutos, tengo una sensación de vacío total", cuenta Barotta. Ponerse en acción es la única manera de no terminar "abrumada y petrificada".
Para ella, que casi perdió a su madre en la explosión del puerto y que aún recuerda muy vívidamente la guerra de 2006, "lo que ocurre hoy no es solo un trauma que se despierta, es un sentimiento de injusticia inmenso. ¿Por qué vivimos esto? No sé, ¿es esto el golpe de gracia?"
- Somníferos -
Según un estudio realizado en 2022 por la oenegé IDRAAC, pero publicado en septiembre, al menos dos tercios de los libaneses tendría algún trastorno mental.
Depresión, ansiedad, trastornos postraumáticos... "Todos estamos mal, de una forma o de otra", afirma, tajante, Rami Bou Khalil, jefe del departamento de Psiquiatría del hospital Hôtel-Dieu de France, en Beirut.
"Los libaneses tienen una muy fuerte capacidad de resiliencia", asegura, citando la importancia crucial del apoyo familiar, religioso o de la comunidad.
"Pero este fenómeno de acumulación de estrés hace que se colme el vaso... Desde hace años, movilizamos nuestros recursos físicos, psíquicos, financieros. La gente ya no puede más", agregó.
El médico también ha constatado un aumento del consumo de somníferos. "La gente quiere dormir", explica, y tomar una píldora es lo más sencillo cuando uno no tiene ni tiempo ni dinero para ir a consulta.
"Mucha gente no tiene acceso a los servicios de salud mental", apunta Carine Nakhle. Las consultas privadas cuestan unos 100 dólares, un coste que muchos libaneses no se pueden permitir.
"Así que la gente acude a las oenegés", señala. En el centro de salud de Embrace, la lista de espera es de cuatro a cinco meses.
G.Stevens--AMWN